
Ginebra, Suiza.- El acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y China para poner fin a la guerra de aranceles incluye la reducción de los impuestos a las exportaciones provenientes de ambos países hasta un 10% y un 30%, respectivamente.
Esto fue negociado por las delegaciones de las administraciones de los presidentes Donald Trump y Xi Jinping durante dos días de conversaciones en Ginebra, Suiza.
Estados Unidos se compromete a reducir hasta un diez por ciento el arancel del 145 por ciento que impuso a los productos fabricados en China.
Mientras tanto, China reducirá hasta un 30 por ciento el arancel del 125 por ciento que fue establecido a las exportaciones estadounidenses.
La reducción de los gravámenes se llevará a cabo parcialmente durante un periodo de 90 días.
Las negociaciones fueron encabezadas por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, así como por el viceprimer ministro chino, He Lifeng, y el representante comercial internacional, Li Chenggang.
Durante el encuentro de dos días, se estableció un mecanismo permanente de diálogo bilateral, que permitirá realizar reuniones regulares y de emergencia sobre comercio y relaciones económicas.
El instrumento estará liderado por Bessent, Jamieson Greer —representante comercial de EE. UU.— y sus homólogos chinos, con reuniones en China, Estados Unidos o en territorio neutral.
En un comunicado emitido por el Ministerio de Comercio de China se indica que se espera que Washington siga “trabajando con China para corregir la práctica errónea de aumentos unilaterales de aranceles”.
Sobre el acuerdo anunciado, la directora general de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala, indicó: “Este avance es significativo y promete mucho para el futuro”.
“En medio de tensiones globales, este progreso no solo es relevante para China y Estados Unidos, sino también para las economías más vulnerables”, agregó.