ECUADOR.- Con solo una mirada a la gigantografía que adorna la pared de la Barbería Yael, en pleno corazón de La Libertad, provincia de Santa Elena, queda claro que no es un local cualquiera. Allí están, uno junto al otro, los estilos de corte de presidentes como el ecuatoriano Daniel Noboa, el salvadoreño Nayib Bukele, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa y el dominicano Luis Abinader.
El autor de esta campaña de marketing que ha atraído muchos clientes es Yael Jiménez Torres, un dominicano de 36 años que no llegó únicamente con sus tijeras a Ecuador, sino también con una visión empresarial que actualmente lo posiciona como pionero de la barbería moderna en la Península, localidad donde antes solo había gabinetes de belleza manejados por mujeres e integrantes de la población LGBTIQ+.
“Esto es marketing puro”, dice Yael con una sonrisa. “Ver a los presidentes juntos en la pared llama la atención. La gente entra, pregunta, se ríe… y al final se queda”, asegura Yael, quien no solo es barbero, sino además técnico en Marketing, título que obtuvo en su tierra natal.
El corte más pedido cuesta entre 3 y 4 dólares
Su estrategia resultó efectiva. En plena temporada de elecciones, su barbería se volvió tema de conversación. Pero más allá del ingenio visual, lo que ofrece son cortes con identidad, estilo y precios populares.
“El de Noboa, que es el más pedido, cuesta entre 3 y 4 dólares, dependiendo del largo del cabello del cliente. Yo apuesto al volumen, no al precio alto”, explica.
Destaca que el corte del actual presidente ecuatoriano es el más solicitado porque está en tendencia, es joven y moderno. Aunque también hay quienes prefieren cualquiera de los 150 estilos que tiene en exhibición.
Del Caribe a la Península
Yael llegó a Ecuador hace 13 años por recomendación de una amiga que conoció en redes sociales. Ella también es dominicana y regentaba un pequeño negocio de peluquería en Santa Elena. La conexión virtual se transformó en relación sentimental cuando él decidió viajar y probar suerte en este rincón costero. De esa unión nació una hija y también un emprendimiento que marcaría la historia local.
“En esa época aquí no existía el concepto de barbería. Había peluquerías y gabinetes tradicionales. Yo vine con otra mentalidad, con formación en mercadeo y visión de negocio”, recuerda. Empezó en el local de su pareja, pero con el tiempo formó su propia marca: Barbería Yael, nacida oficialmente en 2017.
Sueña con expandir su negocio a otras provincias
Desde entonces, su crecimiento ha sido sostenido. De dos empleados pasó a manejar hasta 15. Hoy tiene varios locales, incluidos dos en La Libertad, y sueña con expandirse a otras provincias. “Me gustaría llegar a Guayaquil o Quito, pero aún estoy aprendiendo sobre reclutamiento de personal. Además, aquí en la Península me siento tranquilo en cuestión de seguridad. Esta tierra me ha dado mucho”, dice.
Su negocio no solo se basa en estilo, sino en emociones. “Yo no vendo un corte, vendo una sensación. El cliente quiere identificarse con un líder, con alguien que admira. Por eso piden el de Bukele, el de Correa, el de Noboa. A veces en broma, a veces en serio. Pero eso genera conexión, y el cliente vuelve”.
En su barbería ofrece desde los cortes más clásicos hasta los urbanos y modernos. “Ahora hay identidad masculina en la barbería, hay cultura, hay diseño”.
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