
Santo Domingo. – Las acciones legales contra los empresarios Antonio y Maribel Espaillat, propietarios de la discoteca Jet Set, siguen en aumento tras la tragedia del pasado 8 de abril, cuando el colapso del techo del establecimiento causó la muerte de 236 personas y dejó a más de 180 heridas.
Según una fuente de la Fiscalía del Distrito Nacional, ya se han registrado 108 querellas y denuncias, incluyendo una de las más recientes presentada por Casiey Aileen Pérez Lebrón y Ana Beatriz Pérez Reynoso, hijas del reconocido merenguero Rubby Pérez, quien figura entre las víctimas mortales.
En apoyo a la causa, la diputada Lidia Pérez, hermana del artista, declaró que su familia no descansará hasta que se haga justicia.
“Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias. Esta tragedia no puede quedar impune”, expresó.
El Ministerio Público imputa a los hermanos Espaillat por homicidio involuntario, y ha solicitado prisión preventiva para Antonio y arresto domiciliario para Maribel, mientras continúa una investigación que apunta a posibles negligencias estructurales y fallos en los permisos de operación del local.