
Washington.- El Departamento de Estado de EE.UU. dijo este martes que los países a los que Washington ha amenazado con incluir en su lista de naciones con veto migratorio van a tener «un tiempo considerable» para enmendar sus mecanismos de control en aduana y negó que su inclusión en ese listado vaya a ser inminente.
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, consideró incorrectas las informaciones que hablan de un supuesto ultimátum que EE.UU. habría concedido a 36 países advirtiéndoles de que deben implementar cambios antes de mañana miércoles si no quieren ser vetados.
«Lo cierto es que (estos países) tendrán un tiempo considerable para rectificar cualquier situación que el Departamento de Estado haya determinado que esté afectando la naturaleza de nuestra confianza en la emisión de visas», explicó Bruce.
«Estamos considerando brindar un período de tiempo durante el cual se les diga a los países que, si no llegan a ese punto en el que podemos confiar en ellos, tienen que cambiar el sistema, actualizarlo y hacer lo que sea necesario para convencernos de que podemos confiar en el proceso y en la información que tienen», afirmó la portavoz.
El sábado, el diario The Washington Post aseguró, citando un memorando del Departamento de Estado, que EE.UU. está considerando ampliar el veto migratorio a otros 36 países, la mayoría africanos, si no alcanza una serie de requisitos en un plazo de 60 días, que en teoría vencería el 18 de junio a las 20:00 hora de Washington (0:00 GMT del jueves).
En caso de no cumplir con los requisitos solicitados, estos 36 países se sumarían a los 12 incluidos en una proclamación firmada por el presidente Donald Trump el pasado 4 de junio, por el que Estados Unido negó la entrada y concesión de visados a ciudadanos de Afganistán, Birmania, Chad, Eritrea, Guinea Ecuatorial, Haití, Irán, Libia, República del Congo, Somalia, Sudán y Yemen.
La proclamación presidencial ponía además límites parciales a las entradas de ciudadanos de Cuba y Venezuela, así como de Burundi, Laos, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán.
«El proceso de adjudicación de visas debe garantizar que los viajeros extranjeros con destino a EE.UU. no representen una amenaza para la seguridad nacional ni la seguridad pública de este país. Considero que este es un estándar muy bajo, y es un estándar que toda nación debería poder adoptar para proteger la seguridad nacional y los intereses nacionales», dijo Bruce, que evitó hacer una referencia directa al número de países amenazados con sumarse a la lista de vetos.
La portavoz insistió en que EE.UU. evalúa «las capacidades de seguridad de otros países, el intercambio de información y las prácticas de gestión de identidad, la explotación del sistema de visas estadounidense en áreas como la tasa de vulneración de estadías y la falta de cooperación en la repatriación de sus ciudadanos deportados».
«La ubicación geopolítica, la ubicación real de un país, no es un factor (para incluirlos en la lista de veto migratorio), como tampoco lo es el continente en que se encuentran», aseveró Bruce.