
Teherán.- Irán ha lanzado esta pasada noche el ataque más letal de su corta historia de enfrentamientos directos contra Israel con el lanzamiento de medio centenar de misiles balísticos y aviones no tripulados contra el centro del país, que han dejado al menos diez muertos y más de 200 heridos, respondido inmediatamente por la Fuerza Aérea israelí con una nueva operación de bombardeos en territorio iraní, esta vez concentrado en su infraestructura energética.
«Una mañana muy triste y difícil», ha lamentado el presidente de Israel, Isaac Herzog, en su primer balance de los bombardeos iraníes, el más grave de los cuales ha dejado al menos seis muertos y 180 heridos en la ciudad de Bat Yam, en la periferia sur de Tel Aviv, con impactos añadidos en Tamra, en el centro norte del país, donde han muerto cuatro miembros de una misma familia, así como en Rehovot, en el centro, y en la región de Sefelá, vecina de Jerusalén. Entre los fallecidos, según el Gobierno israelí, hay cuatro niños y tres personas siguen desaparecidas.
El de esta noche ha sido un ataque sin precedentes, por su coste humano, desde que Irán lanzara el 14 de abril del año pasado su primer asalto directo contra Israel: 300 misiles y drones de ataque en respuesta al bombardeo israelí contra el consulado de Irán en Damasco (Siria), que dejó 16 muertos, entre ellos destacados responsables de la Guardia Revolucionaria.
A diferencia de lo ocurrido entonces, la ‘Cúpula de Hierro’, el sistema defensivo israelí, se ha visto rebasada esta noche. «La defensa no es hermética», ha admitido el Ejército israelí en uno de sus numerosos avisos a la población.
Otro ataque de envergadura ha sucedido en la refinería de petróleo de Bazan, en la ciudad israelí de Haifa, en el norte del país, que ha registrado «daños localizados», de acuerdo con un mensaje de la operadora a la Bolsa de Valores de Tel Aviv.