
Los Ángeles. – Los hermanos Erik y Lyle Menéndez, quienes fueron condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989, regresarán al tribunal de Los Ángeles este 17 y 18 de abril para una audiencia decisiva que podría ser su mejor oportunidad para obtener la libertad condicional.
Esta nueva moción se centra en la posibilidad de una revisión de su sentencia, lo que les abriría la puerta a una futura solicitud de libertad condicional.
Aunque no se garantiza que la audiencia resulte en su liberación inmediata, si el tribunal acepta la moción, los hermanos podrían tener la opción de solicitar la libertad condicional, lo que les permitiría iniciar un proceso hacia una posible liberación.
Según el exfiscal federal de California, Stephen A. Cazares, esta moción representa la «opción más prometedora» para los Menéndez en su búsqueda de libertad.
La audiencia estaba originalmente programada para diciembre, pero tras varios retrasos, se llevará a cabo esta semana. El juez Michael Jesic, quien ha manejado el caso, rechazó el intento de la Fiscalía de desestimar la moción presentada por el fiscal progresista George Gascón, lo que permitió que el proceso avanzara.
Los Menéndez siguen tres caminos legales: la clemencia, cuya audiencia está prevista para junio, el habeas corpus, que podría traer un nuevo juicio basado en pruebas de abuso sexual, y la moción de nueva sentencia, que sigue siendo la opción más viable. Si se les concede una nueva sentencia, los hermanos podrían solicitar la libertad condicional de inmediato, aunque la Fiscalía ha cuestionado su rehabilitación.
En una audiencia reciente, los fiscales argumentaron que los hermanos han mentido sobre sus acciones y no han mostrado un arrepentimiento genuino. En respuesta, la defensa destacó los esfuerzos de rehabilitación y remordimiento mostrados por los hermanos a lo largo de su tiempo en prisión.
En los próximos días, el tribunal escuchará los argumentos de ambas partes, aunque no se espera que el juez tome una decisión de inmediato. Es probable que la resolución se demore, ya que, según Cazares, el magistrado podría tomarse su tiempo para redactar una decisión detallada.