El Partido Demócrata estadounidense critica desde la oposición el desmantelamiento del Gobierno federal llevado a cabo por Donald Trump en sus primeros 100 días y centra su atención en una fecha que podría representar un punto de inflexión en la relación de fuerzas: las elecciones de medio mandato de noviembre de 2026.
Esas elecciones tradicionalmente penalizan al partido en la Presidencia y permitirán renovar los 435 escaños de la Cámara Baja y un tercio de los de la Cámara Alta. Los republicanos ostentan la mayoría en ambas desde enero, y esa cita será la primera prueba de fuego para evaluar la valoración ciudadana.
Mientras tanto, los demócratas se ven obligados a observar desde una segunda fila un mandato en el que Trump está reiniciando el sistema a golpe de orden ejecutiva, sin que ellos parezcan haber encontrado el altavoz y la identidad necesarios para hacerse oír.
«A pesar de que hay voces dentro del partido que han plantado cara desde el principio, no están cantando al unísono. Hemos comenzado a ver un despertar, pero es incipiente y requerirá más firmeza y consistencia», explica a EFE José Dante Parra, analista y socio de la consultora FGS Global.
Cambio de estrategia urgente
En el retiro que el grupo celebró en marzo en Leesburg, a una hora de Washington, sus legisladores consideraron necesario un cambio de estrategia: «Nuestros valores son correctos. Estamos con el pueblo, solo debemos comunicarlo y encontrar los canales adecuados», resumió la congresista Andrea Salinas.
La incertidumbre económica, provocada por la guerra arancelaria y los ataques al estado de derecho, asienta su contraofensiva mientras Trump aprovecha su omnipresencia mediática para intentar convencer a la población de que Estados Unidos ha recuperado finalmente el lugar que le corresponde en el tablero internacional.
El presidente del Caucus Demócrata en la Cámara Baja, Pete Aguilar, opina, en cambio, que lo único que se ha logrado en estos primeros 100 días, que se cumplen el miércoles, es «desplomar la economía».
«Las familias temen que los precios de los alimentos sigan subiendo vertiginosamente, que les retiren la atención médica o que sus cheques del Seguro Social lleguen tarde o no lleguen. Todas las señales de alerta nos indican una recesión devastadora causada por sus políticas imprudentes. Todos los demócratas de la Cámara Baja se han centrado en contrarrestar la situación», dice a EFE.
En este tiempo, tres figuras progresistas han emergido con fuerza: el senador Bernie Sanders y la legisladora Alexandria Ocasio-Cortez, quienes han emprendido una serie de mítines conjuntos; el gobernador de California, Gavin Newsom; y el líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer.
Sin embargo, según Parra, esto no es suficiente: «No hay cohesión en el mensaje y mucho menos coordinación».

Conectar emocionalmente con votantes
«Ocasio-Cortez y Sanders están demostrando valor, que es lo que la gente busca. Además, apelan a varios sectores de la sociedad que se sienten abandonados por ambos partidos. Sin embargo, necesitan trabajar para construir una coalición amplia que aglutine al menos al 51 % del país», dice.
El consultor estima que los demócratas han aprendido que «no basta con apelar a la defensa de los valores democráticos tradicionales», sino que «es necesario conectar de manera directa y emocional con las preocupaciones materiales de la ciudadanía».
En 2026, ellos tienen más que ganar que los republicanos, quienes se verán obligados a defender el balance de sus promesas, ya sean cumplidas o incumplidas. Por el momento, según un sondeo difundido el viernes por la cadena Fox News, el Partido Republicano recibe una valoración positiva del 44 % de los encuestados, tres puntos más que el Partido Demócrata.
Un descalabro republicano en las intenciones de voto para ese momento podría provocar la aparición de voces disidentes dentro de sus filas, especialmente si hay legisladores que ven peligrar su escaño.
«Con un poco de suerte, la oposición a la forma de gobernar de Trump podría empezar a aflorar claramente entre la ciudadanía antes incluso de las elecciones de medio mandato, debido al tiro en el pie que representa su política económica», señala a EFE Steven Greene, profesor de Ciencia Política de la Universidad Estatal de Carolina del Norte.
El legislador demócrata Adriano Espaillat está convencido de su futuro triunfo: «Trump y los republicanos ganaron a base de mentiras, y ahora que les toca gobernar, se les cae el teatro», recalca. «Era de esperarse, y a nosotros no nos queda más que tratar de contener el daño y recuperar nuestra mayoría en 2026».