Tiempo de evaluar el costo de las huelgas médicas

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El autor es médico. Reside en Santo Domingo

POR LEONELO BAUTISTA

Una vez más, hace unos días, el Colegio Médico Dominicano (CMD) llamó a sus miembros a una huelga. En esta ocasión el CMD reclamaba la restitución de 14 médicos despedidos por supuesto incumplimiento de sus labores contractuales y profesionales.

No es claro para mí si el despido de estos 14 médicos fue o no justificado.

Pero de seguro hay otros mecanismos para proteger los derechos de estos 14 médicos, menos onerosos que una huelga médica que afecta la salud y el bienestar de millones de dominicanos.

Ambas partes, CMD y Ministerio de Salud debieron agotar todos los medios posibles para evitar esta huelga.

Tomando en cuenta que el que calla otorga, es relevante saber si el CMD presentó evidencia, no opinión ni reclamo de derechos gremiales, de que estos médicos cumplían con sus trabajos.

Después de todo, no creo que a nadie le resulte extraño escuchar que médicos que trabajan para el gobierno, particularmente especialistas, no laboran por el tiempo que están contratados.

Waldo Ariel Suero

Sea cierto o falso, a pesar de que este argumento sobre el cumplimiento de los médicos que trabajan en hospitales públicos data de décadas, es mi impresión que el CMD nunca ha hecho una evaluación formal, ni ha tomado una postura objetiva, clara, ecuánime y justa ante ese problema.

No me refiero a una opinión subjetiva, ni a un juicio de valor sobre derechos gremiales, sino a una posición oficial del CMD basada en una evaluación independiente y objetiva de la situación. Después de todo, el que calla, otorga.

Por otra parte, la naturaleza del CMD continúa siendo definida a conveniencia del CMD. En unos casos es un gremio laboral y en otros casos es una asociación de profesionales con responsabilidades en la regulación de la práctica médica.

El CMD, por ejemplo, tiene la facultad y responsabilidad de revocar el exequátur médico, asesorar al gobierno en asuntos de salud y velar por el cumplimiento de las normas éticas y profesionales en la práctica médica, aplicando medidas disciplinarias cuando es necesario.

Lamentablemente, el papel del CMD en brindar asesoría técnica al gobierno, que no se refiera a asuntos de ingresos de los médicos, y en velar por el cumplimento de la ética médica, brillan por su ausencia.

Tomando en cuenta esto último —velar por el cumplimiento de las normas éticas—, es razonable preguntar si ante una decisión de la máxima autoridad en salud del país, que no es peccata minuta, el CMD hizo una evaluación para establecer si este grupo de médicos había en verdad faltado en el cumplimiento de sus obligaciones laborales y de paso violado normas de ética médica.

Un fallo de un «tribunal» de ética del CMD certificando que estos médicos no habían cometido falta alguna hubiese dado apoyo a su reclamo de ser restituidos. De nuevo, el que calla, otorga. Y la forma más eficiente de callar es omitir. Si esa evaluación no se hizo, no quedó más remedio que callar. Algo que perjudica a los médicos que fueron despedidos más que a nadie.

Ya es hora de que además de señalar que por medio de las huelgas médicas el CMD toma como rehén la salud y la vida de los dominicanos menos pudientes, se señale que este tipo de huelga médica es cruel y violenta los principios éticos de la medicina.

Principios que, de acuerdo con nuestras regulaciones, el CMD está supuesto a proteger. Y los violadores principales de la ética médica en esos casos son los miembros de la Directiva del CMD. Poner en peligro la salud y la vida de cientos de miles de dominicanos para lograr la restitución de un grupo de 14 médicos, porque se trataba de un «derecho» gremial, es una falta mayor a la ética médica.

Responsables de daños

Más aún, es lógico plantear —posiblemente con sustento legal— que los miembros de la Directiva del CMD que convocaron esta huelga podrían ser considerados responsables de daños culposos, incluyendo la eventual muerte de pacientes.

Es tiempo de definir cuál es la naturaleza real y legal del CMD. Es tiempo de evaluar objetivamente el costo que las huelgas reiteradas del CMD tienen sobre la salud y el bienestar de los dominicanos que no cuentan con los recursos mínimos para buscar asistencia médica en el sector privado.

Es tiempo no sólo de considerar el impacto en la salud de sus huelgas, sino también de sus obligaciones éticas y de que la justicia dominicana cumpla con su deber de evaluar las responsabilidades legales de la Directiva del CMD cuando llama a una huelga médica.

¿Hasta cuándo vamos los médicos dominicanos y la población en general a tolerar que un grupo minoritario de médicos desconozca las normas éticas de la profesión y ponga en peligro la vida de los dominicanos con menos recursos, de manera repetitiva, irresponsable, y completamente impune?.

Es tiempo de hablar: El que calla, otorga.

jpm-am

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